Miranda 26/02/2009 - 01


EL CORREO -


ESTADO Y JUNTA EXIGEN A LA MATRIZ QUE LIBERE LAS DEUDAS DE ROTTNEROS MIRANDA

Deben sanear su contabilidad como condición para recibir ayudas y concretar antes del martes las inversiones que cifran en 19 millones


Estado y Junta exigen a la matriz que libere las deudas de Rottneros Miranda
Ole Terlan, frente a frente, con el consejero de Economía y Empleo de la Junta, Tomás Villanueva. / FOTOS: GABRIEL VILLAMIL
Rottneros Miranda ha de quedar totalmente saneada para que fluya dinero público. Esta es la clave que ayer se puso sobre la mesa durante una reunión de más de dos horas y media en el Ministerio de Industria, a la que acudieron representantes de la administración regional, el Ayuntamiento y la empresa. La matriz sueca tiene que enjugar todas las deudas que lastre su factoría de Miranda y ponerla como garantía para que las ayudas puedan ser canalizadas. La condición es básica para acciones de apoyo, incluso para el aval de un crédito que la Junta ofreció por la mañana a la multinacional. «Cuentas saneadas. En definitiva que la aportación de la matriz sueca sea liberar la deuda que tenga la planta mirandesa», explicó ayer el alcalde Fernando Campo.
Ole Terlan abandonó la reunión de Madrid con esta condición y el compromiso de perfilar aún más su plan de viabilidad. El presidente y consejero delegado ejecutivo de la multinacional se llevó en la cartera varios encargos. Antes del martes tendrá que poner sobre la mesa un programa de ajuste de plantilla que ha de reflejar de un modo preciso cuántas bajas y en qué condiciones se plantean para cada año. «Su intención es que el personal afectado sea tanto de producción como de oficinas, al 50%».
Rottneros AB tendrá que consensuarlo con los trabajadores. Es una condición «imprescindible». Lo mismo que sucede con otra de las pretensiones de la firma: que se pase de las 1.600 horas al año a 1.700 «y que los dos primeros años haya congelación salarial». En el desglose deberán precisarse las prejubilaciones. «Lo que se les ha indicado es que sería conveniente que se aplique exclusivamente para los mayores de 58 años -hay 39 en plantilla-».
Deberán clarificar también su plan de inversiones con datos concretos sobre el esfuerzo que pretenden realizar en cada ejercicio, los supuestos de ventas sobre los que trabajan, etcétera. «Para financiar inversiones hay que saber cuáles son y en qué años». Y no sólo respecto a la papelera, también en relación a Silvipak, la industria que se dedica a la fabricación de envases especiales.
Los responsables de la empresa tienen hoy programada una nueva reunión en Madrid, en la Seguridad Social, para ver la viabilidad de un aplazamiento en los pagos. «Una vez presenten toda la documentación, Junta y Estado se pondrán en contacto y trasladarán una propuesta bien de créditos o de financiación».
Más de cinco años
La empresa apuesta por un plan de viabilidad a cinco años que afectaría al 33% de la plantilla además de a un importante número de empleados subcontrata y que exigiría al menos 19 millones de euros en inversiones durante los dos primeros ejercicios. «Calculan que para ponerse en una situación de continuidad necesitan ese plazo de cinco años» lo que abre la posibilidad de un mayor periodo de actividad.
Y si larga fue la reunión celebrada en la tarde noche de ayer en Madrid, no lo fue menos la de la mañana en Valladolid. Fue Tomás Villanueva, consejero de Economía y Empleo -aunque luego tuvo que ausentarse- quien recibió junto al viceconsejero de Empleo, Ignacio Ariznavarreta y el director general de Industria, Carlos Martín Tobalina, a los representantes de la firma sueca para «conocer en profundidad todas las circunstancias» de la multinacional.
Y es que Ariznavarreta situó, en gran medida, la raíz del problema en «las importantes dificultades financieras y económicas del grupo». Pero, a pesar de todo se mostró optimista, aunque «sin lanzar las campanas al vuelo», porque «ya no hablamos de cierre, si no de planes de futuro».
De ahí, que no dudó en asegurar que si ésa es la actitud de la multinacional «van a contar con todo el apoyo que sea necesario de la Junta». Eso sí, como ya hiciera en la reunión que mantuvo con el comité de empresa en Miranda, condicionó cualquier intervención al «mantenimiento de la actividad productiva y del empleo. Es lo que más nos preocupa».
Credibilidad
Insistió en que lograr ambas premisas no será sencillo, pero su ofrecimiento fue «total» para abordar «en un cortísimo plazo, en unos días», en qué medida podemos colaborar. Algo en lo que incidió siempre irán de la mano con la administración del Estado.
De momento, se valora como «un buen punto de partida» tener un plan de viabilidad. Un proyecto para los próximos 5 años, y que a la Junta de gustaría alargar. Aún nada está es definitivo. «Hay que trabajar. Ahora, tratar de concretar sería prematuro».
Pero habrá que hacerlo cuanto antes porque Rottneros «sabe que no puede estar mucho tiempo parada. Afecta a su credibilidad y a sus clientes», apuntó el comité.
Así también lo entiende Ariznavarreta que les apremió a «llegar a un acuerdo social en 2 ó 3 semanas». Y es que la llegada de ayudas depende de que los trabajadores alcancen un pacto con la dirección. Esa es una baza que pueden jugar pero no exprimir ninguna de las partes para «bloquear un plan industrial».
Evidentemente, Francisco González, presidente del comité, dejó muy claro que eso no entra en sus cálculos ya que «no hay nadie más interesado que nosotros en conservar el empleo». Pero siguen convencidos de que el plan de la firma es «muy duro», principalmente en lo que se refiere a la reducción del 33% de la plantilla. Ese deberá ser por tanto uno de los puntos fuertes de su negociación. El otro, el recorte de algunos derechos de los trabajadores. Se habla de mayor flexibilidad y más horas de trabajo, además de «estar este año 2 meses en el paro o de vacaciones de cobrar y en 2010 no producir en 107 días», avanzó el secretario, Félix Martínez
Mañana se reúnen de nuevo con el director de la planta local para abordar «cómo vamos a trabajar a partir del 1 de marzo» y fijar «un calendario de contactos para buscar un acuerdo. Estamos dispuestos a negociar cualquier cosa».