Miranda 26/03/2009 - 01

D BUGOS


EL COMITE DE ROTTNEROS TEME PERDER CLIENTES SI NO SE RETOMA LA ACTIVIDAD

Industria / Movimientos ante el posible cierre

El comité de Rottneros teme perder clientes si no se retoma la actividad

Lamenta que nadie le informe de la marcha de la búsqueda del socio inversor cuando sólo quedan 5 días para que se acabe el último ERE, expediente que no está dispuesto a ampliar

Los integrantes del comité ven que los plazos para aplicar un plan de viabilidad se les están agotando.

Truchuelo
G.A.T. / Miranda de Ebro

Los trabajadores de Rottneros tienen el plan social, o lo que es lo mismo, las medidas referentes a despidos, prejubilaciones, congelaciones salariales y otras condiciones de trabajo «prácticamente cerrado», pero la otra parte, la correspondiente a que se encuentre un socio inversor que garantice la continuidad de la empresa, sigue sin estar clara. Además, en cinco días finaliza el ERE, y todos los trabajadores deberían reincorporarse a la actividad el día 1 de abril, pero nada se conoce sobre cómo va a retomarse la producción, ya que la falta de ese socio inversor deja en el aire cualquier decisión.
«La incertidumbre ante la falta de noticias crea un clima de tensión que no es bueno, y la peor noticia es no tener noticias», explicó Paco González, presidente del comité de empresa, que trasladó que todo lo que fue una comunicación constante hace 15 días con la Junta y el Gobierno central ha pasado a una falta de información por parte de las administraciones sobre las negociaciones y contactos. «Sabemos que están trabajando, que hay contactos con pequeños empresarios, pero nada sobre el socio industrial», expuso.
Y todo en un clima en el que preocupa, y mucho, la dilación en la búsqueda de una solución que garantice el mantenimiento de la actividad, ya que cada día que pasa se corre más peligro de ir desatendiendo las peticiones de los clientes una vez que se ha llegado a un punto en el apenas quedan stocks en las instalaciones. «Estar parados desde luego que es perjudicial, por nuestros clientes, e incluso, por el posible deterioro de las instalaciones», explicó el comité.
De hecho en los almacenes no queda pasta que suministrar a sus clientes una vez que se han sacado ya las últimas 700 toneladas que restaban de la producción. Por todo ello urgen, aún entendiendo que las negociaciones deben ser discretas, a que se les informe sobre el sentido positivo o negativo de la negociación. Y todo sin perder de vista esa fecha del 1 de abril -en la que acaba el ERE- para la que se supone que tendría que haber una solución en uno o en otro sentido.
El problema está en que finalizado el expediente -que unido a otros anteriores, paradas y vacaciones al final suma ya tres meses con la planta parada- habría que volver al trabajo, pero ¿cómo en una fábrica cuya continuidad no está asegurada? «Los trabajadores estamos perdiendo con estos expedientes protecciones sociales futuras», argumentó González, y avanzó que es casi imposible que la plantilla acepte un nuevo ERE.
En este sentido el comité cree que tampoco la administración podría aceptarlo: «Mientras no se demuestre que es para la viabilidad de la empresa... porque los expedientes se hacen para garantizar la continuidad», algo que sigue sin estar claro, «no tenemos nada en la mano y las fechas se nos echan encima», resumió.

Movilizaciones

Creen que haber aceptado la petición de las administraciones y de la empresa de interrumpir las movilizaciones para que no generar más presión ha propiciado cierta relajación también entre los representantes institucionales, y por ello no descartan -lo decidirán en asamblea- retomar las acciones de protesta. En cartera, aunque ayer no las avanzaron, incluso se contempla un encierro en el Ayuntamiento.
Reconocen que esta semana «era muy importante para tomar decisiones», y lamentan que nada nuevo se les haya comunicado, más cuando ellos ya tienen casi cerrado el acuerdo con la empresa, «que está sólo a falta de pequeños detalles», y que contempla, a grandes rasgos, un número de prejubilaciones (entorno a 40), paradas técnicas a través de ERE para los próximos dos años y la congelación salarial.
Para más decepción ayer mismo la Junta comunicó que por «problemas de agenda» una reunión prevista para hoy se ha retrasado al martes. «Se nos está haciendo muy tarde», lamentan.