Miranda 10/02/2009 - 01


D BURGOS -

Movilizaciones ante el posible cierre de Rottneros



CREEMOS EN ESTA EMPRESA Y VAMOS A LUCHAR POR SU CONTINUIDAD

«Creemos en esta empresa y vamos a luchar por su continuidad»

Los trabajadores de Rottneros creen que la factoría es viable pero que la empresa opta por el cierre ante su primer año de pérdidas Vídeo

Los representantes de los trabajadores analizaron ayer la situación.

Truchuelo
G.A.T. / R.L.

Los trabajadores de Rottneros no están dispuestos a tirar la toalla: «Nosotros creemos en esta empresa y vamos a luchar por su continuidad», aseguran. Y lo hacen, por un lado, con los datos económicos. Los mismos que le valen a la multinacional para planificar el cierre, son tomados por el Comité de Empresa para lo contrario.
La representación de los empleados es clara: «Desde 1999 hasta 2007 la fábrica de Miranda ha logrado 88 millones de euros de beneficio después de impuestos, que son altos, e inversiones, que también se han hecho por unos 20 millones; por ello no entendemos que ante la primera vez de pérdidas importantes (unos 6,8 millones en 2008) nos dejen en este estado de indefensión», expuso Paco González, presidente del Comité. Es más, recuerdan que en 2008 se han cargado a la cuenta de la compañía en Miranda los 5 millones de euros de inversión de la nueva planta de envases, que genera 2 millones de pérdidas al año en su operación. «Nos colocan también todas las pérdidas de esa nueva empresa», se quejan, añadiendo que del total de perdidas del grupo en 2008 (unos 31 millones), únicamente una parte corresponde a Miranda, pero que es la planta de Miranda la que paga todas las consecuencias.
En su lucha exponen que la empresa es viable, ya que aseguran que la crisis por la que atraviesa «es coyuntural» y es resultado de factores como la subida del precio de la energía, el desplome de los precios de la pasta de celulosa y un dólar excesivamente caro.
«En mayo ganaba dinero, pero siete meses después la quieren cerrar. Nosotros creemos en esta empresa, si logramos la inversión necesaria entraríamos en precios de mercado... habrá que optimizar, dirigir la inversión a una mayor eficiencia, lo que sea...», reflexionan. Aunque saben que el problema principal es la falta de liquidez y la necesidad de lograr un crédito o una ayuda.
Desde el Comité no se imaginaban que el cierre fuera una opción a pesar de que la planta está en un ERE desde enero. «Como mucho podríamos prever algún tipo de ajuste, algún recorte de gasto, incluso alguna prejubilación», expuso Félix Martínez, también del Comité. Por todo ello lamentan que la empresa «opte por la salida más fácil; porque a corto plazo puede que no sea rentable, pero a seis meses vista es fácilmente rentable y ante la falta de liquidez del grupo han visto que lo más fácil es desembarazarse de nosotros», dijeron.
Una representación que cree además que la Administración ha sido «un poco ligera» a la hora de aprobar el ERE solicitado por la dirección, «y ahora no queremos pensar que esa era una estrategia para llegar este punto».
Precisamente a las administraciones les recuerdan que el cierre de la plata será no sólo un problema de Miranda, sino «un problema regional», ya que es la cuarta empresa que más factura de todo Burgos y la número 60 en facturación de Castilla y León; «supongo que todos esos impuestos y esa generación de riqueza no se puede volatilizar por una situación coyuntural y unos meses de mal mercado», analizó González. También recordó que se verán afectados 162 trabajadores de plantilla, 90 subcontratados que trabajan todos los días en la planta, y según los estudios realizados hay «otros 300 afectados de forma indirecta», contabilizaron.
Los trabajadores son realistas y reconocen que la venta de la compañía a otra es complicada: «La portuguesa Altri se interesó, pero ahora nadie compra, los problemas de financiación son terribles», aseguran. El colectivo ve una salida distinta al cierre y desean que venga el consejero delegado «para que nos exponga un plan de viabilidad, ningún otro plan», y ahí, podría entrar el documento presentado por el director de la fábrica mirandesa, Gregorio Martín, que el pasado viernes mostró a los trabajadores y en el que se incluyen, entre otras duras medidas, una reducción del 33% de la plantilla. Con todo ese plan, ha sido rechazado por la dirección en Suecia.

Cámara y FAE ven difícil que obtenga subvenciones y se agarran a la compra
Tanto la Federación de Asociaciones Empresariales (FAE) como la Cámara de Comercio e Industria de Miranda admiten que la situación que atraviesa Rottneros es extremadamente complicada. No obstante, y por el bien de sus trabajadores y de la ciudad, confían en que finalmente se alcance un acuerdo con la multinacional sueca para evitar el cierre de la papelera.
En este sentido, el presidente del organismo cameral, Fernando Escobillas, espera que una nueva empresa asuma el control de la planta, tal y como ha ocurrido en anteriores ocasiones desde que en los años 50 abrió sus puertas la histórica Fefasa. «No es lógico su cierre; esto es una locura porque hace un tiempo no teníamos ni papel ni plástico, y ahora parece que sobra de todo», criticó Escobillas, aludiendo también al anunciado cierre de otra factoría, Alphacan.
Según sus cálculos, entre puestos de trabajo directos, indirectos y subcontratados, el cierre de Rottneros llevaría al desempleo a 500 trabajadores. «Posiblemente con una empresa de capital nacional no pasaría eso, pero estamos en manos de una multinacional, como en el caso de Alphacan», estima. No obstante, se muestra esperanzado y confía en que el cierre no prospere, abogando por aunar esfuerzos e ir todos de la mano para salvar esta situación.
Con respecto a la posibilidad de buscar el apoyo de nuevas subvenciones para salvar la empresa, desde FAE, su vicepresidente Carlos Martínez Zorrilla, no lo ve viable ya que «las autoridades no pueden subvencionar a todas las empresas para que permanezcan». «No hay dinero para todas las que pasen dificultades», justifica. Por este motivo, la solución, a su juicio, esta en buscar una nueva empresa que invierta en Miranda y añada más valor al producto que fábrica Rottneros; es decir, «que no haga sólo pasta de papel».
Desde FAE reiteran su preocupación por el medio millar de trabajadores afectados, en algunos casos asalariados pertenecientes a empresas pequeñas cuya facturación ligada a Rottneros «es vital para su subsistencia», afirma.

«ARRIMAR EL HOMBRO». Desde las filas del Partido Popular, su portavoz Borja Suárez, advierte de que ahora lo único que se puede hacer para salvar la planta mirandesa es unir esfuerzos, «arrimar el hombro por si queda alguna posibilidad», a sabiendas de que «ya vamos tarde». «En todo caso sumaremos esfuerzos, para que los trabajadores de Rottneros tengan garantías de trabajo y de indemnizaciones», destaca.
En cuanto a posibles subvenciones que pudiera aportar la Junta para sacar del hoyo a la planta papelera, Suárez estima que «la Junta ya ha aportado mucho» a través de aportaciones que ayudaron a modernizar y ampliar la planta, unas ayudas que se entregaron en un momento que «ya empezaba a ser complicado».
«La Junta ya invirtió mucho para que Rottneros siguiera siendo una empresa importante, pero ahora parece que la decisión está en otro lado, en otro país, y allí importan poco los intereses de los mirandeses», mantiene.