Miranda 26/02/2009 - 01
FAE BURGOS - InfoFAE
La dirección y el comité tendrán que pactar los recortes del plan de viabilidad

Las administraciones se han comprometido a trabajar de manera coordinada para estudiar el plan que Rottneros ha puesto encima de la mesa como alternativa al cierre, y han pedido urgencia a la dirección de la compañía y a los empleados para llegar a ese acuerdo. Y es que las posibles líneas de ayudas van a estar condicionadas a que se cumpla el objetivo del mantenimiento de la actividad y de los puestos de trabajo. El otro condicionante es el financiero -la obtención de hasta 19 millones de euros en dos años- algo que podría llegar tanto de las administraciones como de los socios inversores.
Ante la urgencia en que las negociaciones avancen el comité de empresa va a estudiar el plan social que propone la dirección con expertos asesores, para después, ver qué modificaciones tienen que darse en la propuesta de máximos hecha por la empresa que apunta a 55 despidos, la eliminación de dos turnos, dos meses sin trabajar en 2009 y 107 días de inactividad en 2010, además de pasar de 1.600 a 1.700 horas anuales. Algo que el comité no acepta de plano, pero que, reconociendo que el futuro de la planta pasa en parte por un reajuste en el personal y las condiciones, están dispuestos a negociar. «Parte de la viabilidad pasa por eso y no podemos cerrarnos en banda, y creo que la plantilla lo tiene asumido si queremos que la fábrica sea viable. No nos gusta lo que se nos ha planteado, pero estamos dispuestos a negociar para que la solución para el mantenimiento de la actividad sea lo menos lesiva para los que se queden, y los que se vayan lo hagan en buenas condiciones», explicaron desde el comité.
Y es que 55 despidos es para ellos excesivo, «y no cumple con el objetivo que persigue la Junta para ayudar, que es el mantenimiento del empleo», exponen. Y añaden que ese plan social no incluye la afección a las subcontratas que suponen otros 90 empleos fijos en la planta. En la mesa se ve más certera una línea que apunta hacia un máximo de reducción de plantilla de entorno a 35 empleados, y en base a programas de prejubilación o bajas incentivadas.
Aunque apenas fueron 15 segundos, la dirección de la planta sí que habló ayer con los medios: «Ha sido una reunión positiva... unos de los puntos fundamentales será encontrar un acuerdo con los trabajadores», expuso someramente Gregorio Martín.
Desde la Junta, Ariznavarreta, expuso que «hay un buen punto de partida desde el momento en el que se pone sobre la mesa el plan de viabilidad», aunque reclamó que el planteamiento inicial de futuro se extienda más allá de los 5 años que propone la empresa. Reconoció que la situación es «muy compleja», pero dijo que en la medida en que no se pierda la actividad ni los empleos, «ayudaremos», siempre en base a lo que las normativas permitan.
La cita en Madrid acabó pasadas las 21,20 horas, y en ella desde el Gobierno se dejaron claros varios aspectos: por un lado que es necesario el acuerdo entre trabajadores y empresa; que la compañía tendrá que detallar tanto el plan social como el industrial y que las administraciones no van a ayudar económicamente si la empresa no pone parte de la inversión, para lo que piden que la fábrica de Miranda quede libre de deudas que puedan hacerla más solvente ante bancos o posibles socios.
El alcalde confirmó que mañana Rottneros se reúne con la Tesorería de la Seguridad Social para estudiar posibles aplazamientos en los pagos, y que la dirección se comprometió a tener listo para el martes un informe más detallado tanto del programa social que propone como del plan industrial y de inversión, tanto de la planta de pasta de papel como de la recientemente abierta de envases.