Miranda 09/02/2009 - 01
EL CORREO - UNA DECISION QUE SE TOMARA A MAS DE 2000 KM
La mala situación del grupo sueco complica el futuro de la planta pese a que sólo el 2008 fue nefasto
La tendencia alcista de los niveles de desempleo en Miranda, con una media de 200 parados más al mes desde finales de año, ha intensificado el grado de preocupación en una ciudad en la que, además de la construcción y el sector servicios, el de la industria tiene un peso relevante. Respecto a los dos primeros se confía en un cambio de tendencia o, al menos, en atenuar sus efectos. La referencia para ello es hoy, -al menos es lo que se plantea oficialmente y siguiendo las tesis ligadas a un mismo 'color' político-, la inyección económica de 7 millones de euros del plan de choque del Estado, con el que se financiarán una larga lista de proyectos urbanísticos.
Pero la industria es otra cosa. El mal también es más general; está vinculado con el respaldo crediticio y el desplome de algunos mercados. En el caso de Miranda también con la conexión multinacional. El desenlace que puede sufrir Rottneros tiene ya un precedente, Alphacan. En ambos casos la decisión se toma muy lejos de aquí y afecta a empresas de implantación única en el Estado. Los trabajadores de Alphacan, más de ochenta, se encuentran inmersos en un proceso de negociación nada halagüeño. Vinculada al grupo francés Arkema, esta industria dedicada a la fabricación de perfiles y canalizaciones, ha sufrido de un modo directo las consecuencias del parón en la construcción. Alphacan venía lastrando pérdidas continuadas durante años. La crisis decidió a Arkema, su propietaria, a echar el cierre.
El déficit en Rottneros es de otra índole. Es, aparentemente, mucho más reciente. Porque pese a que los datos del Comité de Empresa hacen referencia a pérdidas en tres ejercicios puntuales (cuando alrededor de 10 millones de euros), también se insiste en que los otros siete años -con la referencia de 1999- «han sido positivos». El 2008 ha sido, en definitiva, el peor ejercicio. Y desde hay, se cifra en alrededor de un millón la caída en las cuentas que se prevé pueda producirse cada mes.
El argumento principal está en el momento aparentemente complejo que se vive en el mercado de la producción de pasta de celulosa. Ya en 1992, la que entonces Scott, optó por parar su producción durante 22 días (del 20 de diciembre al 11 de enero) para dar salida a 4.500 toneladas de material que acumulaba en sus almacenes. Aquella medida trajo consigo un ERE para 235 trabajadores. El hoy puesto en marcha parece no ser suficiente. Ni tan siquiera otras medidas de recorte más drásticas y definitivas. El problema, en este caso, radica en un mal estado general del grupo. Y eso es aún más preocupante.