Miranda 01/04/2009 - 01
EL CORREOLA JUNTA NEGOCIA SOLO CON EMPRESASREGIONALES EL FUTURO DE ROTTNEROS
La administración regional baraja cinco posibles escenarios, entre los que se encuentra abandonar el sector del papel
01.04.09 -
La solución final podría tardar aún cerca de un mes en llegar. La situación es compleja y son varias las hipótesis de futuro con las que se trabaja. Así se lo trasladaron ayer el viceconsejero de Empleo de la Junta, Ignacio Ariznavarreta, y el director general de Industria, Carlos Martín Tobalina, al comité de empresa de Rottneros que se trasladó hasta Valladolid para conocer de primera mano la situación actual y la línea de trabajo puesta en escena en el último mes, desde que el pasado 26 de febrero mantuvieran un primer encuentro en la capital de la Comunidad.
Allí volvió a quedar de manifiesto que la prioridad de la administración regional pasa por el mantenimiento del empleo y de la actividad productiva, sea fabricando pasta de papel o cualquier otra cosa que garantice un horizonte laboral a 8 ó 10 años vista. Qué hacer no es el problema.
Evidentemente, eso no significa que no se cuente con la multinacional sueca. De momento, Rottneros AB sigue siendo la única propietaria de la factoría de la carretera Logroño y aún tiene mucho que decir en esta historia que acumula numerosos capítulos en los últimos tres meses.
Pero también es cierto que no tiene un papel protagonista en los cinco modelos de viabilidad para la planta que está estudiando la Junta de Castilla y León. Su actitud genera «duda» en los responsables políticos, que desconfían de su intención final ya que en ningún caso compromete su continuidad a largo plazo aún con ayudas.
El director de Industria fue claro al respecto. Se están analizando otros escenarios distintos de trabajo y en todos no figura el papel. El abanico va desde «la continuidad de la actividad, compatible con otras actividades que no tienen por qué ser afines, hasta el trasvase de capital humano a otras iniciativas de mayor capital añadido y futuro», incidió.
Todo son hipótesis. Nada está cerrado y queda mucho trabajo por hacer antes de que algo sea definitivo. Aún «se están diseñando y dimensionando las inversiones necesarias en las que la Junta apoyará con sus instrumentos».
Lo mismo se busca que haga el Ministerio de Industria, con quien se reúnen mañana y de quien esperan que también ponga a disposición del futuro proyecto todo su programa de ayudas.
Pero las administraciones no pueden recorrer el camino solas. Su labor debe ser el de acompañantes. «Evidentemente hacen falta unos inversores y unos proyectos, o que Rottneros quiera seguir adelante con el su negocio».
Por ahora, esta última opción no parece ser la de mayor peso. Martín Tobalina no dudó en apuntar que, de momento, la multinacional sueca, «no tiene medios ni mucha voluntad de seguir adelante». Al menos sin la implicación económica de Valladolid y Madrid.
Aunque antes de que se ponga el dinero sobre la mesa «las administraciones tenemos que estar muy seguras de que toda ayuda que se preste a disposición de una actividad de futuro de pasta va a ser utilizada en un compromiso industrial que va más allá de los dos o tres años».
Todos aquellos plazos que no se acerquen a una década significarían «quemar recursos para unos meses y que dentro de un año o año y medio estemos sentados aquí de nuevo hablando de lo mismo. Eso no tiene ningún sentido», incidió.
No conviene apresurarse. Hay que buscar la mejor opción y la más garantista para la plantilla. Algo que esperan concretar en un plazo de «entre quince días y un mes como máximo». Eso nos situaría a finales de este mes, mientras que el nuevo Expediente de Regulación de Empleo que hoy 'estrenan' los afectados está previsto que llegue sólo hasta el día 15. Qué hacer el otro medio mes debería ser objeto de otra negociación.
Compromiso a largo plazo
Ese sería un mal menor si, como se pretende, se garantiza que «los trabajadores tengan asegurado un puesto de trabajo en los próximos años». Ello puede depender, en buena medida, de la fuerza y de la implicación del capital industrial de Castilla y León, que es el que se ha sentado a la mesa de negociación. Hoy por hoy, «sólo estamos hablando con empresas tractoras regionales. Son las que se pueden comprometer a futuro», resaltó Martín Tobalina.
Sobre la mesa de todos estos encuentros también está el plan social que los trabajadores acaban de aprobar y que debería hacer suyo y aceptar quien sea que se haga cargo de las instalaciones. «Ese hito se considera dentro de los posibles planes que estamos valorando», apuntó.
A pesar de las dificultades y de reconocer que se trata de «un proceso laborioso», dificultado por el hecho de que sean varios los interlocutores con los que hay que trabajar, eso no significa que el desenlace no tenga por qué ser satisfactorio para todos.
Y es que para la Junta este esfuerzo debe favorecer mucho más que la continuidad de Rottneros, debe permitir «asegurar el futuro industrial de la comarca de Miranda. Es el momento de tomar decisiones de cara al futuro. No sabemos si la pasta es el futuro de la ciudad, pero ésta tiene que tener futuro industrial sí o sí. Por eso estamos trabajando con otras opciones».
Por eso, «afortunada o lamentablemente» se baraja que aún haya que marcar en la agenda de los responsables regionales varias fechas más para nuevos encuentros y reuniones antes de llegar a una solución definitiva. «Acertar con el escenario a elegir es fundamental, supone que los trabajadores aseguran su puesto», zanjó.