Miranda 07/04/2009 - 01

EL CORREO


LOS TRABAJADORES DE ROTTNEROS INTENSIFICAN SUS PROTESTAS Y BLOQUEAN LA SALIDA DEL ALVIA

Denuncian «una conjura» de Gobierno y Junta para favorecer intereses de los futuros inversores
07.04.09 -

Los trabajadores de Rottneros intensifican sus protestas y bloquean la salida del Alvia
200 trabajadores y familiares cortaron la vía 4 de la estación de Miranda durante 20 minutos. / AVELINO GÓMEZ
Los trabajadores de Rottneros Miranda elevaron ayer un punto más la intensidad de sus protestas impidiendo la salida de un tren Alvia. Alrededor de doscientas personas cortaron a las 18.36 horas la vía 4 de la estación durante aproximadamente veinte minutos. La acción retrasó en alrededor de 15 el horario de este tren rápido de Bilbao, con destino a Madrid-Chamartín. Ni la media docena de agentes de la Policía Nacional ni el personal de seguridad tuvieron que intervenir. La protesta se desarrolló de forma pacífica y se disolvió en los mismos términos. No hubo incidentes.
Es el segundo episodio de un nuevo tono en las medidas reivindicativas que los trabajadores de la planta de producción de pasta de papel vienen manteniendo desde hace más de un mes de forma intermitente. El 'salto' lo dieron el viernes al cortar la carretera N-1. El Alvia ya se planteaba ese día como un siguiente posible objetivo. Pero todo dependía de las noticias que ayer recibiese el comité de empresa. Y no pudieron ser peores.
Desde la Secretaría de Acción Sindical de CC OO se contactó a primera hora con el director general de Industria de la Junta, Carlos Martín Tobalina. La respuesta del responsable regional es que los dos informes técnicos determinan que «no tiene futuro la fábrica de pasta».
Y ese soporte documental es el que, en principio, sirve a las administraciones para respaldar un proyecto con dos inversores ajenos que consiste en lo siguiente: un periodo de transición de «18 a 24 meses» en los que se mantendría la actual actividad; desembarco en los terrenos de la papelera para construir una nueva nave que se dedicaría a la producción de nuevas tecnologías (I+D) y, simultáneamente, explotación y refuerzo de la industria de envases Silvipak por parte de otro grupo inversor.
La plantilla tendría que reconvertirse a las nuevas actividades. Pero no se precisa si se aceptaría el plan social ya pactado con la multinacional sueca ni cuántos empleados serían necesarios en ese nuevo escenario de futuro. A todo ello se sumó otra factor de desconfianza entre los trabajadores. La Junta se negó ayer a facilitar, «por tener carácter confidencial», los informes que descartan la viabilidad de la pasta. «Eso demuestra que no nos tienen en cuenta. Si son tan importantes para nosotros (esos informes) deberíamos tener acceso a ellos. Presionaremos lo que haga falta para verlos».
Informar a la multinacional
Francisco González, presidente del comité de empresa, planteó asimismo que se ha solicitado a Junta y Gobierno estatal que «transmita a la corporación sueca una carta de intenciones respecto a la fábrica de Miranda». Y es que entienden que si el principal problema del grupo estaba en la «necesidad de financiación», el retraso en las respuestas puede llegar a precipitar el cierre. «Se está dilatando en el tiempo en exceso». Es más, no dudó en plantear que «puede existir una especie de conjura para que los activos de la empresa se diluyan».
Porque según explicó, la factoría de la carretera Logroño dispone de maquinaria «muy sensible» que no puede permanecer parada durante mucho tiempo. «Y no es lo mismo comprar ahora que en un concurso de acreedores. Lo mismo sucede con los terrenos. Si quieren ampliar el polígono de Iricio no es igual comprar ahora que en ese concurso de acreedores».
Insinúan, por tanto, que se buscaría precipitar el cierre para que los potenciales compradores tuvieran mejores condiciones en la operación. «En febrero no dijeron en la Junta que se iba a poner una solución para la fábrica de pasta. Hasta el momento los pasos que se han dado han ido en una dirección contraria», añadió González.
El posible paso a una especie de Sociedad Anónima Laboral, planteado como una vía alternativa, para seguir produciendo pasta, fue ayer algo más perfilado por el presidente del comité: «No pedimos ayudas porque sí. Queremos que las subvenciones a la inversión se culminen con más facilidad, que se acorten los plazos para que sean abonadas. También que haya líneas de crédito. Además hay un plan de jubilaciones legislado». A esas ayudas, la plantilla sumaría sus «activos propios; nuestras indemnizaciones. Podríamos aportar capital. Pero es nuestra última vía, es una vía posible, pero es la última», zanjó.